EDITORIAL Y LIBRERÍA ALMA MATER: UNA GRATA SORPRESA.

ANFORA DEL LIBRO COSTARRICENSE ES UN SERVICIO DE LA EDITORIAL LIBRERÍA ALMA MATER S.A.(ELAM). SU MEJOR COMPAÑIA SIEMPRE SERÁ UN LIBRO. ESTAMOS EN barrio la Soledad calle 13 avenida 14 casa 1183. SAN JOSE. COSTA RICA. AMERICA CENTRAL. 22 22 55 58. EMAIL: editorialalma.mater@gmail.com EDITORIAL Y LIBRERÍA ALMA MATER: UNA GRATA SORPRESA.

EDITORIAL Y LIBRERÍA ALMA MATER: UNA GRATA SORPRESA. FERNANDO LEAL ABOGADO Y FILÓSOFO .fleal@gmail.com 12:00 A.M. 12/10/2012 A cincuenta metros al oeste del actual edificio de la Escuela de Artes Dramáticas de la Universidad de Costa Rica se encontró por mucho tiempo la librería Alma Máter, perteneciente al profesor Guillermo Carvajal Alvarado, quien realizó sus estudios doctorales en la universidad francesa de Toulouse. La librería contaba con una profusión de libros, viejos y nuevos, de varias editoriales, entre ellas, la Editorial Alma Máter. La casa era lo menos adecuada a una librería, pero se vendían allí libros y folletos que necesitaban los estudiantes universitarios, y en la parte que correspondería al garaje, se ofrecía un servicio de fotocopiado. Por mi vieja amistad con Mario Amaya acudía yo a menudo a la librería, en que a veces realizábamos una imprevista tertulia varios amigos que coincidíamos casualmente. La conversación se animaba grandemente cuando se presentaba Guillermo Carvajal, dueño de una palabra amena e ilustrada, quien como buen historiador goza de excelente memoria. Además de los libros, se encontraban esparcidos por todas partes una serie de obras de pintores costarricenses, la mayoría autores muy apreciados. Estos no se vendían, sino que son parte de la colección de Guillermo. Pero el hacinamiento del lugar y la escasa luz impedían apreciarlos como debe ser. Estas incomodidades se solucionaron cuando la librería se trasladó a su nuevo local al sur de San José, una casa esquinera situada a trescientos metros del costado norte de plaza Víquez –como suele llamarse–, en la calle paralela a la vía férrea. Ahora la situación ha cambiando: las estanterías se hallan situadas en espacios amplios, los cuadros bien iluminados se ven magníficos, tres sillones antiguos y una mesita de metal reciben a los amigos visitantes. Sigue trabajando ahí mi amigo Mario Amaya, junto con un sobrino de Guillermo. Guillermo, quien de niño gustaba mucho del trabajo editorial de una parte de su familia, cuenta desde hace décadas con el sello de la Editorial Alma Máter. Recientemente, Guillermo tuvo la acertada idea de hacerse de una máquina impresora alemana y una máquina de empastar con goma caliente, ambas una maravilla electro-mecánica. Al fondo, la casa de la librería consta de suficiente espacio para alojar la impresora, de tres toneladas y media de peso aproximadamente, y la empastadora, de unos dos metros y medio de largo. Aquella máquina proviene de la famosa fábrica de impresoras Kord de Heidelberg. Promete muchos años más de buena labor. Manejan las máquinas dos excelentes operarios, padre e hijo, que hacen el cuidadoso trabajo de impresión –con grandes planchas de aluminio– y mantenimiento de los aparatos. Tuve la buena fortuna y el honor de que en ellas se editara, en setiembre del presente año, mi último libro de filosofía, bajo el título de “Teoría de la eternidad”, el primero que realiza en su totalidad la Editorial Alma Máter. Me encuentro sumamente complacido de la buena calidad de la edición y del valioso trabajo de todos: Juan Carlos Vargas, quien corrió a cargo de la diagramación interna y del diseño de la portada; la ilustración de la portada, pintura digital de Mauricio Ureña Cascante; los operarios de las máquinas y el trabajo del editor, Guillermo Carvajal, catedrático y empresario excelente.